CONVOCATORIA VIGENTE:
SEUNDO CUATRIMESTRE 2007. Filosofia del Derecho. Derecho de las Obligaciones. Derecho Penal I. Introduccion al estudio de las ciencias sociales. REUNION INFORMATIVA JUEVES 20 de Sept 18:00 Hs Colon 48


LA ACTIVIDAD

Los voluntarios (Estudiantes de Abogacia y Profesionales del Derecho) realizan todas sus actividades dentro de la Unidad Penitenciaria Nº 4, sita en Bahía Blanca, con el fin de aportar de manera directa a mejorar la seguridad de nuestra comunidad, utilizando la educación como la herramienta más efectiva para lograr la readaptación social sin reincidencia, diariamente se Coordinan Reuniones de Estudio destinadas al apoyo de los internos que se encuentran inscriptos y que en el futuro se inscriban en las diversas materias de la carrera de Abogacía que dicta la U.N.S.
HISTORIA

Todo comienza en el año 1993, cuando un grupo de internos manifiestan, a las autoridades del penal, su inquietud por iniciar los estudios universitarios. En virtud de ello se inician contactos con el Centro de Estudiantes Libres de Derecho, a fin de cursar la carrera de abogacía como alumnos libres de la Universidad de La Plata, pero éste intento fracasa dado que el servicio penitenciario no contaba con el personal suficiente para efectivizar los traslados, que la actividad requería. En 1996 la UNS lanzó la carrera de derecho en Bahía Blanca, lo que incentivó a los internos a reanudar sus intentos por incorporarse al nivel universitario. Fueron muchas las reuniones, con el objeto de lograr que las autoridades provinciales se hicieran eco de esta demanda. Gracias a ello, el 29 de Marzo de 2000, se logra firmar el primer convenio entre el Servicio Penitenciario Bonaerense y la Universidad Nacional Del Sur, con una vigencia de tres años, mediante el cual los internos que tuvieran completo su ciclo de enseñanza media podían iniciar sus estudios en la carrera de Abogacía. La UNS se comprometía a asistirlos quincenalmente por medio de docentes del departamento de Derecho y a tomarle los exámenes finales, a cambio de una contraprestación económica. Pero, por ese entonces, la provincia estaba pasando por una mala situación económica que hizo imposible la asignación de recursos para el caso, lo que trajo como resultado que, a un mes de la firma del convenio, solo era un profesor el que concurría cada 15 días a dar su materia. Como consecuencia de ello quedaron 12 internos y un sueño que no podía ser cumplido. Fue en ese momento, que un grupo estudiantes de la UNS, avanzados en la carrera de Abogacía, tomaron conocimiento de esta situación y se ofrecieron a suplir temporalmente a los docentes, en las materias correspondientes al primer cuatrimestre de primer año, iniciando al mismo tiempo gestiones para que la provincia y la UNS normalicen el cumplimiento del convenio. Pero no obstante los constantes pedidos formulados a las partes, esta situación se prolongaba indefinidamente. Luego de algunos intentos frustrados y alimentados por las ganas de estudiar que les transmitían los internos, a mediados de 2001, se pudo estructurar un grupo de Voluntarios, formados en su totalidad por alumnos avanzados en la carrera de Abogacía, que comenzó a realizar reuniones de estudio en las distintas materias, a medida que los internos las fueran necesitando. En un comienzo la actividad de éste grupo fue coordinada y dirigida exclusivamente de forma privada, por los mismos estudiantes, sin el apoyo institucional de la U.N.S, y por ello, en esta etapa, todo dependía de la buena predisposición de las autoridades del penal que, sin ningún tipo de compromiso asumido, posibilitaban el ingreso de los Voluntarios. Estas autorizaciones pudieron ser logradas a consecuencia de la tarea del día a día, con avances y retrocesos. Por ese motivo, no obstante esta solución provisoria, se iniciaron los trámites necesarios ante el Consejo Departamental y Superior de la U.N.S a fin de que se apruebe una modificación al convenio que de cuenta de los aspectos de esta nueva coyuntura: 1) Los internos querían seguir estudiando y rendir sus finales. 2) Ni la UNS, ni el Estado Provincial estaban dispuesto a afectar fondos para el pago de los sueldos de los profesores. 3) El Departamento de Derecho manifestaba que no podía obligar a sus docentes a concurrir gratuitamente para cumplir con las obligaciones asumidas en el convenio originario. 4) Un grupo de Estudiantes de la U.N.S concurría diariamente al penal realizando una labor tutorial y acercando el material bibliográfico necesario para que los internos avancen en sus estudios. El objetivo del pedido era enmarcar el Voluntariado existente, logrando que la coordinación de su funcionamiento quede a cargo de la UNS, y no dependa de la iniciativa de un alumno y de la buena (o mala) predisposición de las autoridades del penal. De esta manera se lograría que el convenio perdure más allá de las autoridades de turno y de los problemas de financiamiento (dado que esta modalidad, al ser voluntaria, no requiere de afectación de fondos). Luego de dos largos años de reuniones y discusiones, en los que en ningún momento cesó la concurrencia de Voluntarios al Penal, se redactó un nuevo convenio (el originario había caducado el 29 de Marzo de 2003) que posibilitó el marco legal para la realización de la actividad. Este nuevo Convenio Marco fue firmado el 7 de Mayo de 2003 y se encuentra vigente en la actualidad. Hoy podemos decir que gracias a la muy buena predisposición de las autoridades del Servicio Penitenciario, al apoyo de docentes y autoridades del Departamento de Derecho y demás autoridades de ésta Universidad, se ha logrado formar un activo grupo de Voluntarios, entre los que se encuentran Alumnos avanzados en la carrera, Profesores y Abogados, que actúan como Coordinadores de Reuniones de Estudio y concurren diariamente a las instalaciones del penal para ayudar a los internos con el desarrollo de las distintas materias.
OBJETIVOS Y METAS DE LA ACTIVIDAD
El proyecto intenta aportar a la solución de dos demandas sociales básicas: 1) Mejorar la seguridad de los habitantes: Muchas veces, estando en la Cárcel, dentro de las aulas que el Servicio Penitenciario destina para el desarrollo de las actividades universitarias y en el marco de alguna reunión de estudio, les suelo preguntar a los alumnos: ¿Por qué algunos cometen delitos y otros no los cometerán nunca en su vida? ¿Qué diferencia cualitativa hay entre una persona que delinque y otra que no lo hace? Y en definitiva: ¿Qué los llevó a ellos a infringir la ley? La conclusión que extraigo es siempre la misma: la ausencia de un nivel educativo mínimo que les permita motivarse de manera efectiva en las reglas básicas de convivencia social. Es sabido que las personas con acceso a la educación tienen mayores posibilidades de comprender e internalizar que es lo que socialmente está considerado como correcto (y por ello permitido) y que es lo socialmente incorrecto (y por eso mismo prohibido). Se trata de personas, que a decir de H.L.A. Hart (uno de los filósofos del derecho más importante de los últimos tiempos), se “sienten obligadas” a cumplir con las reglas y no sólo se “ven obligadas” por la amenaza de una sanción. Tienen la posibilidad de crear o reforzar razonadamente la conciencia de lo bueno y de lo malo, convirtiéndola en su principal fuente de control de conductas antijurídicas (autocontrol). La falta de oportunidades laborales y la injusta distribución de la riqueza, imperantes en nuestro país, son algunas condiciones del delito (solo para los delitos de índole patrimonial), ya que no todo aquel que es pobre se convierte en delincuente. La verdadera causa es la falta de educación que les imposibilita identificar lo socialmente considerado malo con lo que ellos consideran malo (dentro de su escaso nivel educativo) y les impide auto limitarse a la hora de actuar. No sorprende, entonces, que según la estadística que publicó, en el año 2003, el Servicio Penitenciario Federal, en base al Programa UBA XXII (que se firmó entre la Universidad Nacional de Buenos Aires y el Servicio Penitenciario Federal hace aproximadamente 20 años), el 90 % de los internos que terminan una carrera universitaria en prisión, no reinciden en el delito. Una sociedad que realmente tome en serio el problema del aumento desmedido en los índices de criminalidad y quiera solucionarlo a futuro, definitivamente debe tener presente este tipo de experiencias. En la actualidad, el tema de la sensación de inseguridad se nos presenta como un problema que afecta a la totalidad de los habitantes del país. Nuestras instituciones, ante el reclamo diario de la sociedad, tratan de dar soluciones, pero muchas de ellas responden a discursos demagógicos y facilistas, que evitan abordar el problema seriamente por los mayores costos que implicaría: El aumento de las penas, la rigidez la obtención de los beneficios, la construcción de nuevas cárceles y el aumento del número y facultades de la policía, son sin duda factores de motivación indirecta de la conducta de los individuos, pero no van a lograr por si mismos la disminución de la tasa de los delitos, ni acallar la justificada alarma social de inseguridad, si no van acompañados de la posibilidad de que los individuos se motiven en ellos, y esa posibilidad es directamente proporcional al nivel educativo que posean. Es muy claro, desde la experiencia mundial, que este problema no se soluciona únicamente a través la Prevención General (Zaffaroni: no delinquir por miedo a la sanción) que la legislación penal puede aportarnos. Si le diéramos a elegir a los ciudadanos si prefieren que cada vez que les roben el ladrón sea detenido o que no les roben nunca, sin lugar a dudas elegirán la segunda opción, para evitar el trauma de ser victima de un delito. Por lo tanto, la solución es muy clara: Hay que motivar a los habitantes para que cumplan con las reglas de convivencia, pero voluntariamente, a través de la comprensión que solo puede darles la educación y no por miedo a ser sancionados, y en el caso de una trasgresión que la prisión sirva para reforzar la educación y posibilitar una reinserción sin reincidencia. Garantizar esto tendría que ser una preocupación prioritaria, no solo del Estado, sino de todos los habitantes que quieran vivir en una sociedad más segura. Nuestro objetivo es tomar la responsabilidad que nos toca y persistir en la tarea alfabetizadora que se ha iniciado, logrando resultados individuales que trasciendan a la sociedad, llegando a oídos de las autoridades estatales, para que esta herramienta sea valorada en toda su dimensión y la educación Universitaria en las Cárceles sea la norma y no la excepción. Estamos convencidos que el acceso a la educación es la herramienta más efectiva para lograr la readaptación social sin reincidencia, aportando de manera directa a mejorar la situación de inseguridad. Este es tal vez el camino más largo, pero el único seguro.
Desarrollo de la Actividad
Participantes y Metodología empleada: ¿Cómo se seleccionan y organizan los Coordinadores-Voluntarios? Los que realizan esta actividad son un grupo de personas, sin banderas políticas ni religiosas, unidos “ad hoc” para este proyecto y sin otro interés que no sea devolverle a la sociedad lo que ella les ha dado al permitirles estudiar de manera gratuita en la Universidad Nacional del Sur, tratando de demostrar a su vez que muchos de nuestros problemas actuales, se podrían solucionar, a futuro, permitiendo a todos el acceso irrestricto a la educación. Al inicio de cada cuatrimestre (Marzo y Julio) se realiza una convocatoria pública, dirigida a profesores y alumnos avanzados en la carrera de derecho, a fin de que se inscriban como Coordinadores de Reuniones de estudio en las materias que se coordinarán en ese cuatrimestre. Una vez inscriptos, la selección se realiza en base a las disponibilidades horarias y al compromiso en la realización de la actividad, quedando la plantilla compuesta por 15 voluntarios por cuatrimestre (número máximo habilitado, según lo acordado con las autoridades del Servicio Penitenciario Local). Cada Coordinador tiene asignado un horario semanal, en el que debe concurrir al Penal, y una materia a coordinar. A su vez, algunos de estos mismos coordinadores se encargan, dentro de las limitaciones que les son propias a los estudiantes, de responder las consultas y evacuar las dudas legales que los internos en general les presentan, brindando así Asesoramiento Jurídico Gratuito. Por cada materia hay un Coordinador responsable –que articula con los profesores de la U.N.S correspondientes a la cátedra respectiva- y a su vez hay un responsable general de la actividad -que hace de nexo entre la U.N.S (el Departamento de Derecho, la biblioteca, la Secretaría de Asuntos Estudiantiles, etc.) y las autoridades del Servicio Penitenciario, representando a los internos en todo lo referente a sus tramites administrativos-. Esta estructura jerárquica es solo a los efectos distribuir las tareas, para que no todo recaiga sobre una sola persona y así lograr una mayor eficiencia, dado que no todo se agota en coordinar la reunión de estudio, sino que es necesario realizar tareas extras como la búsqueda del material de estudio, la coordinación con los Titulares de la Cátedras de la UNS, fijar las mesas y fechas de exámenes, etc.
Resultados en los Internos
La cantidad de internos inscriptos en la U.N.S, que han pasado por las aulas de la universidad, desde la firma del convenio hasta la fecha, asciende a un total de 46 alumnos (42 hombres y 4 mujeres). En la actualidad, a causa de traslados y libertades (es de destacar que los que han sido beneficiados con libertades eran los alumnos más avanzados y la han obtenido, entre otros elementos, justamente en virtud de ello) el número de alumnos que concurre a las reuniones de estudio es de 21 de ellos. Es de esperar que, el año que viene, este número se incremente significativamente en función del número de los posibles futuros egresados del Secundario, que se dicta también dentro del penal. Pero hay que aclarar que, además, concurren a las aulas de la universidad muchos internos en calidad de oyentes dado que todavía no cumplen con los requisitos que exige la universidad para inscribirlos. A su vez hay que destacar que son innumerables los internos que día a día se acercan a las aulas de la universidad en búsqueda de un asesoramiento jurídico que les permita evacuar sus dudas legales. Como resultado de esta labor diaria, desinteresada y constante, que llevan adelante los Voluntarios, y al compromiso que asumen individualmente los Profesores responsables de concurrir a tomar los exámenes finales, en su tercer año de ejecución, el proyecto ya cuenta con los siguientes resultados: Tres Internos atesoran en su haber la aprobación del Curso de Ingreso y los finales de Introducción al Derecho, Historia Constitucional, Sociología, Derecho Privado Parte General, Derecho Romano, Economía, Introducción a las Ciencias Sociales, Derecho Constitucional y Penal I, encontrándose en estos momentos asistiendo a las reuniones de Penal II y Filosofía del Derecho. Otros tres ya han aprobado el Curso de Ingreso, Introducción al Derecho, Historia Constitucional, Sociología, Derecho Romano, Introducción a las Ciencias Sociales, Economía y en estos momentos concurren diariamente a las reuniones correspondientes a la materia de Filosofía del Derecho. Catorce internos se han inscripto este año, de los cuales diez han aprobado el curso de ingreso, Introducción al Derecho e Introducción a las Ciencias Sociales y están asistiendo a reuniones para rendir el final de Filosofía del Derecho. También, como todos los años, se encuentran inscriptos un grupo de internos (8 personas hasta la fecha) que se los prepara, para rendir, en octubre, los exámenes de Comprensión de Textos y Matemáticas que les posibilitará ingresar a la Universidad bajo el Programa de Mayores de 25 años (es de destacar que, en el 2005, de los más de 20 inscriptos en toda la universidad solo ingresaron 6 mayores de 25 años y 4 fueron internos de la cárcel). Todas estas personas ya han cambiado, por lo menos su modus vivendi, dentro de la Cárcel. Hoy todos los días destinan 5 horas al estudio dentro de las aulas, al presenciar las reuniones de estudio y otro tanto en sus celdas para preparar los exámenes. Demuestran una conducta excelente dentro del Servicio Penitenciario y lo más importante es que esto motoriza a muchos internos, que hoy no están en condiciones, a iniciar los estudios primarios o secundarios para acceder a la Universidad. Pero es seguro que no sólo la distribución de sus días es lo que ha cambiado, es posible percibir en ellos el espíritu y las ganas de lograr la superación personal a través del enriquecimiento intelectual. Por este camino el encarcelamiento tiene un verdadero efecto resocializador en los internos y las penas podrán cumplir con su principal objetivo de prevención especial. Este es tal vez el camino más largo, pero el único seguro y efectivo para lograr la readaptación social sin reincidencia.
-.EDUCAR PARA REINSERTAR.-





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U.P.4
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Clases de Derecho en la Carcel.

DECLARACIONES Y AVALES
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DECLARADO DE INTERES PROVINCIAL POR LA LEGISLATURA DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES
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DECLARADO DE INTERES POR EL HONORABLE CONSEJO DELIBERANTE DE LA CIUDAD DE BAHIA BLANCA
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SELECCIONADO POR EL MINISTERIO DE EDUCACION DE LA NACION PARA SER APOYADO EN SU DESARROLLO
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AVALADO Y CERTIFICADO POR AL FEDERACION UNIVESITARIA ARGENTINA
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AVALADO POR LA FISCALIA GENERAL DEPARTAMENTAL
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AVALADO POR LA DEFENSORIA GENERAL DEPARTAMENTAL
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AVALADO POR LA UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SUR
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CRONOGRAMA y AGENDA

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